Berlin: Fotomatones
Los fotomatones de Berlín son una parte de la ciudad tan suya como sus elementos característicos. En los barrios del este (no me muevo demasiado por Berlín oeste, aunque me gustaría conocerlo más) hay un montón de estos fotomatones en blanco y negro y con un gran contraste.
Cada sesión cuesta dos euros, pero normalmente vale la pena. Saca cuatro fotos diferentes con un espacio de tiempo suficiente para cambiar de postura y tarda unos 5 minutos en imprimirlas. En mis tres meses de prácticas en Berlin fui por allí cinco veces y tengo las fotos guardadas con cariño (o al menos una copia escaneada de ellas, como la de la derecha). Mi favorita la llevo todos los días como marca del libro que me estoy leyendo (y del puse en el blog en su día una cita). Normalmente, en la puerta de los fotomatones tienen alguna que la gente se dejó sin recoger o las que no salieron por algún problema con la maquinaria. En cada una, por tanto, son distintos, y está bastante chulo ver qué caras ha puesto la gente. También gusta ver a otros haciéndose fotos. Como las cuatro fotos son diferentes, cada uno tiene una idea en mente y una manera de hacerlo. Hasta 6 personas vi una vez meter la cabeza para entrar todos en la foto, y otro de los clásicos es ver a la gente con cosas en hojas de papel e ir cambiándolas entre fotos para componer un mensaje (al estilo de la canción de Wir Sind Helden llamada Nur ein Wort, pero en versión fotomatón. Gracias Clausius por pasarme el vídeo). Si venís a Berlín algún dia de visita, de Erasmus o de lo que queráis, no os olvidéis de llevaros este buen recuerdo. Con estos fotomatones no hay foto mala. Para ampliar, en Flickr hay algunas otras fotos sacadas en fotomatones en Berlín por españoles. Y toneladas de ellas de alemanes. |
Topics: Ciudades finlandesas, Curiosidades de Finlandia | 2 comments | Versión para imprimir
Qué pintas tan brutales. La última foto podría considerarse un retrato en versión gángster de los hermanos Marx xD
¡Qué ojo clínico!
Y mira que he visto veces esta foto y jamás se me pasó por la cabeza. Ahora me parece inevitable.
Un saludo Fellatrix