Las cárceles abiertas de Finlandia y su modelo de prisiones

En el blog te contamos siempre diferentes aspectos de Finlandia, además de los más conocidos. Por ejemplo, te contamos en su día cómo lleva Finlandia el que sus jóvenes tengan que hacer aún la mili y cómo es. Hoy ahondamos en otro tema que quizá no se te había pasado por la cabeza para conocer cómo son las cárceles en Finlandia y poniendo atención en su «toque finlandés» al tema: el modelo abierto de prisiones.

Pasillo de una prisión en Finlandia
El pasillo de una cárcel finlandesa. Fuente: dominio público.

Delitos en Finlandia

Finlandia, como cualquier otro país, no es perfecto.

Nos gusta el país, claro, pero tampoco somos serviles y en más de una ocasión hemos criticado aspectos negativos, como por ejemplo que estén a la cabeza en violencia de género (y no, no es porque «allí se denuncie más»), y que aún cuando condenan muchas veces se va de rositas el agresor por ser primera condena.

Y en general también te hemos contado varias cosas que hacemos mejor que ellos, y que los que dicen «Marca España» cuando pasa algo menos que perfecto, es que no conocen otros países más que de fin de semana de Ryanair. También en corrupción.

Cárcel en Finlandia
Una antigua cárcel de Helsinki, la cual ya no está en uso. Fuente (dominio público)

Cárceles en Finlandia

Pero vamos al lío: si hay delito, se juzga y hay condena que deba cumplirse (por tener antecedentes o ser especialmente ofensiva para la sociedad, como sobre todo ocupa en temas financieros que son los que en gran cantidad se castigan) toca pisar la cárcel. ¿Y cómo son? En este artículo del YLE (los medios públicos de Finlandia) nos dan varias pistas de su modelo abierto de cárceles.

Pero antes de entrar en el modelo abierto, que es el que le da «el toque finlandés» al sistema, la página de la Agencia de Sanciones Criminales del país (Rikosseuraamus) nos da algunos datos:

Finlandia mantiene 26 prisiones, divididas en 3 regiones: la del Sur (6 prisiones), la del Oeste (8 más) y la del Este y Norte (las 12 restantes). Curioso ver esta división, ya que siendo el Sur y Oeste más poblados, tienen tantas prisiones como el Este y el Norte (aunque según pudimos ver en su día la tasa de homicidios del norte es alta per cápita). Esta cantidad puede también desglosarse en: 11 cárceles abiertas y 15 cerradas.

Niños tras unos barrotes
El crímen no es un juego. Fuente (CC: by-sa)

Las prisiones cerradas son las que mantienen al 70% de los presos. Mayormente, todos los condenados empiezan a servir su condena en un centro cerrado para luego pasar el final de la misma (hasta su término o hasta la condicional) en una abierta.

El modelo cerrado es el que todos conocemos: los reclusos deben permanecer en todo momento en sus dependencias, guardadas por un equipo de funcionarios de seguridad. Las visitas deben de planearse con tiempo y durante las horas asignadas.

En este modelo, como en el abierto, los presos están obligados a trabajar, estudiar, o participar en otras actividades en la prisión. El objetivo es potenciar que los prisioneros puedan desarrollar abilidades que les permitan vivir sin cometer crímenes una vez liberados. Igualmente, deben mantener su entorno limpio y el tiempo que les queda es libre para leer, practicar manualidades o ejercitarse.

Finlandia tiene una de las tasas de encarcelación más bajas de la UE y del mundo: 51 personas por cada 100.000 (por comparar: el Reino Unido tiene 140 y Lituania 235) y de las más bajas de reincidencia según un estudio reciente.

Cárcel de Turku
Prisión en Turku. Fuente (CC: by-sa)

El modelo abierto de prisiones en Finlandia

El modelo de cárceles abiertas en Finlandia parece tener algo que ver con la baja tasa de reincidencia de criminales.

Actualmente, el 40% de los prisioneros pasarán parte de su sentencia en un centro abierto, normalmente antes de su puesta en libertad. Un prisionero reporta en el artículo de YLE mencionado más arriba que es «como vivir en un campamento de vacaciones».

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El objetivo de las rutinas en las cárceles abiertas de Finlandia es el de desarrollar la autosuficiencia de los condenados y adaptarlos a una vida fuera que sea exitosa. Por ejemplo, diferencia de en las prisiones cerradas, en las cárceles abiertas los presos utilizan su propia ropa, no el uniforme penitenciario. Igualmente, no hay barrotes, ni verjas: pueden escaparse de la cárcel si quieren. De hecho, ni siquera parece una cárcel, es como un conjunto de edificios de granja, con una cancha de voleybol fuera y la gente moviéndose a placer. Y está hecho así a propósito: la idea es que los prisioneros desarrollen su autocontrol, ya que en las cárceles cerradas no pueden al estar todo controlado externamente por otros.

En la cárcel abierta de Ojoinen, por ejemplo, algunos prisioneros tienen trabajos en empresas locales, mientras que otros hacen tareas del día a día para todos en la prisión. Por ejemplo, no hay cafetería: los prisioneros tienen que organizarse para comprar viandas y cocinar. Luego en su tiempo libre pueden ejercitarse, ir a las salas con televisión o quedarse echando una partida en la consola de videojuegos de su habitación. Quién sabe si el que te acaba de matar en la partida online de hoy es un preso de una cárcel abierta de Finlandia.

Pasillo de una cárcel
Dentro de una prisión finlandesa. Aunque fue convertida en museo. Fuente: dominio público.

Por supuesto no todos en el país están contentos con este tipo de prisiones. A algunos les parece que se trata mejor a los criminales que a la gente pobre que nunca ha cometido ningún delito. O que el hecho que en Finlandia haya poca población penitenciaria es más porque el % de resolución de delitos haya bajado drásticamente – y en áreas importantes como en crímenes violentos – por falta de presupuesto para la Policía. Esta es una de las opiniones.

Y tú, ¿qué opinas del modelo de cárceles en Finlandia? ¿Crees que este modelo funcionaría en tu país?