Deshumidificadores: las ventajas de tenerlos en Finlandia

Mucha gente me ha preguntado que cómo demonios hacemos para lavar y secar la ropa en un lugar como Joensuu, que se pasa varios meses sin subir de 0 grados. Y la respuesta es: estos finlandeses se las saben todas. En el exterior de los edificios suele haber unas cuerdas de tender la ropa útiles en verano, aunque que yo sepa nunca he visto a nadie usarlas por lo poco que dura el verano.

Tendedero
Tendedero

Para el resto del año, en el interior de los edificios la gente se las apaña como puede En la planta baja de cada uno de los edificios de Latolankatu hay una sala especial justo al lado de la sauna con cuerdas de tender. Esta sala tiene, como todas, triple ventana y un aparato que tardé mucho en descifrar que era: un deshumidificador.

Los deshumidificadores sirven para que la ropa se seque antes. Actúan sobre la humedad de la habitación (en la que hay prendas mojadas) y la reduce, haciendo que toda la ropa se seque mucho antes. Incluso a -30 grados puedes tener tu colada hecha en una tarde.

El deshumidificador de mi edificio estaba justamente debajo de mi habitación, por lo que si alguien lo encendía tenía que aguantar su molesto ruido durante el par de horas que la gente solía ponerlo, aunque se pudiera elegir el tiempo.

deshumidificador
Una cosa como esta. Fuente: aucadenas.

Lo malo, como digo, es que como sólo hay una sala de estas características por cada dos edificios, casi siempre está llena (y como uno descubre pronto, las lavadoras casi siempre están llenas también). Para todos los edificios del barrio de Latolankatu había junto a las lavadoras una centrifugadora y una secadora, con lo que el proceso se acortaba, aunque siempre era un cuello de botella: tres lavadoras, una centrifugadora averiada el 50% del tiempo y una sóla secadora en la que además no se podían meter muchas de mis cosas.

Cuando todo estaba lleno y no se podía meter nada más en ninguna parte sólo quedaba una opción: meterlo en casa. Los toalleros del baño eran calefacciones y se podía meter algo. Sino, el resto de las cosas había que ponerlas en el radiador de la habitación para que se secase. Y ahí no había deshumidificador: el ambiente si lo dejabas cerrado se cargaba rápido y había que poner un poco de incienso luego.

Y el incienso alegraba la habitación.