Miguel me llamaba la atención el otro día sobre que el coche naranja de su compañero de piso finlandés (el guapo no, el otro…) había desaparecido.
Cosa rara porque el coche no se movió del sitio durante todo el tiempo que ha durado el invierno, estando al final casi completamente cubierto por la nieve.
Alguna foto le hice completamente cubierto de nieve y alguna después y antes de que se fuera. Encuentra las siete diferencias.
El deshielo, además, es natural: nadie tocó el coche en meses.
Igualito que mi Saxo, que lo tengo entre paños.
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