En la granja de Kari

Hace cosa de un par de semanas (voy retrasadísimo siempre con los post del blog en cuanto a cuando ocurre/cuando lo escribo…) mis finnish friend me invitaron a una comida familiar en la casa de la hermana de Risto, Reia.

Como llegamos con mucho tiempo antes de la comida, anduvimos trasteando con los animales de la granja y dando de comer a los caballos (uno era Tahti, que significa Estrella y el otro se llamaba con algún nombre de persona finesa que no recuerdo) y al poney Matti.

Matti
Matti

Matti2
Matti de nuevo

Tahti
Este es Tahti

La granja estaba a unos cinco kilómetros de Joensuu y tenía de todo: barcos para el lago, un tractor, las motos de cuatro ruedas de montaña y un montón más de cachivaches para que los chavales se entretuvieran. Por desgracia no me invitaron a montar ni yo lo pedí, así que sólo me quedé con las ganas.
En la comida, por ser una celebración familiar porque a Risto le han hecho catedrático de Literatura, había de todo. Comí oso por primera vez y el reno tampoco faltó. Postre delicioso, coñac y vino también anduvieron por ahí.
En la comida conocí a Mikko Turunen, defensa del HIFK de Helsinki, algo así como el Valencia (este año quedaron cuartos en primera división de hockey sobre hielo, el deporte nacionla finlandés).

También conocí a Kari, el marido de Reia, uno de los jefes de John Deere aquí en Joensuu. Con él me pasé la tarde en la sauna bebiendo cervezas, hablando de Finlandia y de las relaciones internacionales hasta que no pudimos continuar ni en la sauna ni bebiendo cervezas. La sauna era una sauna tradicional, construida a mano y con una de las calderas a las que hay que echar leña y encender un par de horas antes de la sauna.
Al final nos cambiamos los mails para seguir en contacto, que nunca está de más tener más amigos finlandeses, aunque sean de mediana edad.

Total, que fue un buen día finlandés y a ver si puedo repetir antes de marcharme que, como todo el mundo no para de recordarme, cada vez queda menos.