Una cosa que siempre sorprende a la gente cuando la cuento es el hecho de que el mar llegue a congelarse y que uno pueda, virtualmente, llegar andando desde Helsinki a Tallin (por ejemplo)
La cosa es que, aunque cueste creerlo, las temperaturas tan bajas que se alcanzan en invierno (para que os hagáis una idea, en febrero la temperatura máxima fue aproximadamente -17 grados en Joensuu) hacen que todo se congele, inlcuso las grandes masas de agua.
Como el tráfico entre Estonia y Finlandia por mar es tan abundante, grandes rompehielos van y vienen para permitir que los barcos puedan pasar tranquilamente, abriéndoles un par de vías para que no se molesten entre ellos. De todas maneras, esas vías son lo suficientemente anchas para que pase un barco y el resto del mar, sigue congelado.
Estas son las fotos del mar helado.
Antes de salir, así estaba el puerto de Tallín
En la popa del barco antes de salir del puerto
¿Babor o estribor? Lo mismo da, el mar estaba congelado
Una bonita foto
El barco reculando
El mar congelado
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