Javi(4): Diario sabado, domingo, lunes
Lauantai 8:
El fin de semana lo aprovechamos para alquilarnos un par de coches e irnos a hacer unas rutas por Carelia. Llenamos los dos coches ambos días, y fue un fin de semana maravilloso.
Antes de la partida en Suvikatu, enfrente de casa de Bjarne.
El sábado hicimos una excursión hacia el sur de Joensuu donde visitamos Kerimäki, un pueblo con una preciosa iglesia de madera y un cementerio con un monumento en recordatorio a los caídos en la 2ª Guerra Mundial. Después vimos Savonlinna, donde hay un impresionante castillo construido sobre una isla de roca dentro de un lago. Al parecer el castillo fue una defensa contra la invasión rusa, que al fin y al cabo no resultó muy efectivo. Por último marchamos cuando ya anochecía a Punkaharju, donde pretendíamos ver unas trincheras que no encontramos, eso sí, vimos un lago…
(Probablemente) La mayor iglesia de madera del mundo.
El cementerio de Kerimäki. Típico finlandés.
En el ecuador del viaje, más o menos.
Cuando nos fuimos de Savonlinna, a la hora de comer, buscamos un lugar donde poder hacer una barbacoa. En Finlandia es típico hacer una hoguera, afilar unos palos y pinchar en ellos salchichas para comerlas asadas. Encontramos un descampado al lado de la carretera después de que unas lugareñas (o eso parecían) nos dijeran que estaba permitido hacer fuegos en cualquier parte. Allí estuvimos comiendo mientras disfrutábamos del paisaje verde y arbolado que domina el país. Después apagamos el fuego, recogimos todo y montamos en los coches, pero antes de poder salir a la carretera llegó un coche con un guarda forestal.
El castillo de Savonlinna.
Era un tipo de mediana edad y rubio que llevaba un chaleco reflectante. Bajamos la ventanilla y nos empezó a hablar en finés. Le pedimos que nos hablara en inglés y nos respondió: “sí, hablo un poco”. Seguidamente continuó hablándonos en suomi haciendo aspavientos en dirección a la fogata. En nuestro coche iba Bjarne, un holandés que sabía algo de finés, pero parece ser que tampoco pudo entablar una conversación seria con aquel guardia. En seguida el hombre debió pensar lo complicado que sería explicarnos que debíamos pagar una multa por hacer fuego en un lugar no permitido y nos dejó marchar.
En Punkaharju, la última parada del viaje.
Sunnuntai 9:
Hijos de perra…
El domingo fuimos a visitar el Parque Nacional de Koli. Está un poco más al norte que Joensuu y a orillas de un gran lago (mirando un mapa de carreteras parecía el lago más grande de Finlandia, o el segundo…). Por la carretera, en el coche, uno puede admirar los paisajes finlandeses: todo abetos y abedules a ambos lados de la carretera y de vez en cuando el bosque se interrumpe con un gran lago o una zona clara donde hay casitas de tejados inclinados. Cada pocos kilómetros sueles ver una señal de tráfico que indica: “cuidado con los alces”, que al parecer suelen salir al anochecer y a veces cruzan la carretera escondidos en la niebla.
Koli. Pronto haré un post sobre él.
Una vez en Koli, escalamos la cima más alta de Carelia, de unos 350 metros e hicimos una ruta preciosa por la frondosidad de los bosques del parque. Al final, por supuesto, hicimos otra barbacoa, esta vez en un lugar habilitado especialmente para ello, al pie del lago.
El lago de Koli, al bajar (más de una hora andando desde el Hotel Sokos, por cierto).
Costumbres Finlandesas.
Maanantai 10:
El lunes fue un día mas tranquilo, estuvimos en Joensuu toda la jornada.
La iglesia luterana.
Volvimos a comer en la universidad y por la tarde pasamos por algunas tiendas para comprar regalos. Un lugar de obligada visita es la tienda de segunda mano: “Second Hand Centre”, muy frecuentado por los Erasmus y por el resto de finlandeses, donde parece que la cultura del segunda mano está más extendida que en España (algo extraño de primeras conociendo la renta per cápita de Finlandia).
Bea, en la second hand.
Éste fue un buen día para ver Joensuu puesto que era el aniversario de un poeta finlandés muy importante [Aleksis Kivi; N del T] y en todas partes había banderas de Finlandia alzadas. Otro detalle que me llamó la atención son los nombres peculiares de los lugares que suele haber en Finlandia, por ejemplo, el centro de turismo de Joensuu se llama “Carelicum”.
Kivi esta vivo / me lo dijo un amigo / cuando el sol empezaba a caer
El día lo terminamos viendo anochecer a orillas del río. Bueno, después fuimos con las bicis a comprar al “LIDL”, que por cierto, queda un poco lejos.
El río de Joensuu.
Topics: Ciudades finlandesas, Gente, Joensuu, Viajes por Finlandia | 3 comments | Versión para imprimir
Bueno, el guarda forestal no dijo exactamte: «si, un poco», sino q dijo simplemte: «un poco» y luego soltó del tirón una retahila de cosas ininteligibles en suomi.je, vaya situación…
esos dos días de excursioncitas x ahí fueron preciosos, como todo en realidad…
eiiii!!! ya hay fotitos!!! wie geil!!!
a ver si reduzco las mías y t mando de las q hice. es como todo: cndo tnga tiempo. (algo dificil de encontrar en mi vida, xq ya sabes q si puedo evitarlo no estare en casa).moi moi.
Cierto, aún no he visto las tuyas y me gusaría.
Si eso mandame algun mail de fotitos 🙂
bye!