Joulupukki (Papá Noel) inaugura la Navidad en Finlandia

O, como se llama en nuestro país, Papá Nöel; que, aunque viene del francés quedaría mucho mejor que la traducción española.

Cada año en Joensuu hay un día en el que se inaugura oficialmente la temporada de navidad: el 24 de noviembre, un mes antes de la llegada oficial de Joulupukki a todo el mundo.

Ese mismo día vine de pescar y comer con mis Finnish Friends y llegué a la plaza a la hora en la que se suponía que tenía que visitar Joensuu Joulupukki, además de encender todas las luces de la decoración de navidad del centro y lanzar algunos fuegos artificiales.
Según parecía y según me contaba Esther, sería el acontecimiento de las navidades, y la verdad es que podía ser cierto en el país cuna de Joulupukki, así que el Spanish Ghetto también fue para allá y quedamos en el centro.

Parece lluvia pero es nieve

Aunque había un poco de nieve por todas partes ya se agradecía que nevara copos gordos y no mucho frío para darle el ambiente navideño adecuado al asunto. Joulupukki llegaba tarde, y en vez de él había un coro de niños cantando.

Criaturas...

Mientras esperábamos dimos una vuelta por el City Market que habían instalado para la ocasión el susodicho mercado y vendían en él un poco de todo, aunque sobre todo caramelos para los niños. Volvimos a la plaza para ver cómo un hombre vestido de muñeco de nieve hacía como que bailaba y seguimos esperando los eventos.

En la plaza había más gente que nunca reunida en Joensuu, lo que nos parecía a todos extraño. Joensuu normalmente parece una ciudad desierta y la verdad es que a -10 grados uno puede llegar a comprenderlo. Su comportamiento era, sin embargo, bastante finlandés: no aplaudía casi nadie a los pobres niños del escenario y había también bastante silencio.

Un rato después apareció Joulupokki y la verdad es que fue un poco decepcionante: no llebava barba auténtica y parecía que llevaba una bata de navidad en vez de su traje. Le acompañaba una señorita con una bata más ajustada y, por suerte, esta vez sin barba.

Ho. Ho. Ho.

Después de que dijera «Hyvää Joulua» alguna que otra vez se encendieron las luces de navidad, pero a mí y a los demás españoles nos parecieron pocas. Creo que en Alcalá lo hacen mejor. Finalmente hubo cinco minutos de fuegos artificiales y Joulupukki dijo adiós a la gente hasta un mes después y todo el mundo nos fuimos de bares.

¿Decepcionante? Un poco. Pero sería por las expectativas.

De bares.