Los finlandeses, más críticos con la EU, la OTAN, los USA, y la inmigración

Este es el título que le ha dado el Helsinguin Sanomat a un muy interesante artículo que describe cómo son los finlandeses respecto a lo exterior. Su primer párrafo es contundente:

No puedo recordar un tiempo en el que el mundo haya querido más a Finlandia mientras que los finlandeses odien el mundo tanto como este.

[…] «Los finlandeses se oponen a cualquier cosa que haga salir el dinero. Piensan que ser miembros de la UE es una tontería, que no nos ayuda», dice una finlandesa, «de modo que a quién le importan los demás, siempre que lo hagamos bien nosotros»

[…] Las actitudes negativas sobre la EU son especificamente las actitudes que los ricos tienen sobre los pobres.

[…]Laura Kolbe, un profesor de historia Europea, no ofrece la absolución a los finlandeses: «los finlandeses son quizá un poco arrogantemente autosuficientes. Estamos acostumbrados a hacerlo todo por nosotros mismos y no necesitamos que alguien más lo sepa»
De acuerdo con un último Eurobarometro, el 39% de los finlandeses creen que la EU es una buena cosa, pero en el resto de la EU este porcentaje es significativamente más alto, del 53%.

[…]Los prejuicios también salen del hecho de que los finlandeses no están acostumbrados a interaccionar con extranjeros. La proporción entre extranjeros residentes y finlandeses es de las más pequeñas de la Europa occidental.

[…] ¿Estan, por tanto, los finlandeses asustados?¿Pueden las recientes actitudes hacia la OTAN, la EU, los EEUU y los extranjeros ser el resultado del miedo en vez del egoismo?[…] «Desconfianza, miedo y precaución son comprensibles para una pequeña nación»

[…]»Los finlandeses temen perder sus trabajos, y miran con suspicacia a todo lo que es nuevo. Cuando la gente está asustada, se refugian en si mismos»
[…] «Los finlandeses tienden a aislarse ellos mismos. Ni siquiera nos gustan nuestros vecinos. Y somos reacios al cambio»

Según reza el artículo, parece que a los finlandeses les cuesta adaptarse a lo que es Europa. Es comprensible por un lado que se sientan así, pero también me parece alarmante algunas actitudes sobre los extranjeros. Mismamente hace poco hablábamos de que según parecía en Joensuu había skin heads, y poco después Tiina me contó que su hermana (15 años) estaba saliendo con un chico un par de años mayor (la historia de siempre) que decía que los no finlandeses mejor fuera de Finlandia. Y eso, tristemente, es xenofobia.

No me preocupa que los mayores, que han vivido toda su vida en un mundo con unas características y ahora este ha cambiado, no lo vean bien. Lo que me preocupa de verdad es que haya gente que use la violencia contra los demás, y que las nuevas generaciones (llamadas a ser el adalid de la tolerancia y de lo abierto) piensen de esa manera. De cualquier manera, no hay que juzgar la parte por el todo, sino saber la ideosincrasia propia de la gente para poder opinar con el máximo rigor. Y los finlandeses, como todos los demás, tienen su manera de ser. Eso sí, la violencia y el odio juegan otra liga. Y son condenables siempre.

Citando a Vargas Llosa: «el nacionalismo es la cultura de los incultos, una entelequia ideológica construida de manera tan obtusa y primaria como el racismo (y su correlato inevitable), que hace de la pertenencia a una abstracción colectivista -la nación- el valor supremo y la credencial privilegiada de un individuo.»

También pone sus dos céntimos Finland For Thought . Y si a alguien le interesa, él (trabajador de Nokia en la gama alta de la compañía) habla también sobre el iPhone de Apple.