Pause

Hasta que no vuelva a Joensuu, o hasta que no me arreglen el ordenador no volveré a escribir en la página.

Se siente.

Pero mientras tanto pulsé sobre el enlace de la webcam de Joensuu que tiene Bea y cuando aquí todavía es de día a las cinco y cuarto de la tarde allí ya llevan más de dos horas de noche.

Se hace todo muy raro.