Violencia xenófoba
Es llegar a España y ver la tele más de lo que acostumbraba por aquello de la novedad. Quitando algún concurso en Finlandia que llegué a seguir (más el Maajussille Morsian que el Gran Hermano finlandés, del que también hablaré un día de estos), allí no veía la tele ni en Berlín tampoco.
La noticia de la semana es la agresión flagrante a la chica del cercanías de Barcelona por parte de un chaval de 21 años tras insultarla por ser de otro país. No comentaré este caso en concreto, sino que intentaré dar una visión de alguien que ha sido extranjero: erasmus y trabajador en prácticas en Finlandia y Alemania respectivamente.
Respecto a Finlandia, ya comentamos varias veces y se ha puesto de manifiesto que a los finlandeses (en general, pero como en todas partes hay casos y casos) no les gusta la inmigración por ser un país que ha salido del pozo por sí mismo y no estan acostumbrados. Incluso, viendose necesitados, les gusta la inmigración de un solo tipo.
En general a todos los países europeos les ha llegado su ola de inmigrantes (oí la semana pasada que España es, tras EEUU, el país con mayor tanto por ciento de inmigrantes), y por esta razón empieza a haber problemas. En Joensuu ya comentamos que había habido problemas con Skin Heads, y que había que andarse con ojo últimamente.
No siempre hay una gran bienvenida en el país de acogida. Fuente.
A lo que quiero llegar es a las motivaciones de alguien para agredir a un extranjero. Yo, como digo, lo he sido dos veces – extranjero, digo; no agredido – y alguna vez he tenido que sufrir alguna mala palabra por ser extranjero. En concreto, ser extranjero de Erasmus puede parecer una amenaza a los chavales porque los erasmus ligan bastante y las chicas pueden estar más interesadas en alguien extranjero que en alguien de su propio país, con quien llevan liándose toda su vida. Esta sensación de inseguridad es la que se resuelve con violencia: alguna amiga en Finlandia me contó que un chaval que conocía (adolescente) iba por esos mismos fueros. Y eso siendo Erasmus: si además «te vas a quedar con trabajos finlandeses», la cosa puede ir a mayores, dada la alta tasa de desempleo de Finlandia.
En Berlín recuerdo que casi me meto en un lío por llevar mi bufanda amarilla y negra cuando jugaba el Hertha contra el Borussia de Dortmund. Clásicos hooligans me preguntaron si yo era fan del borussia. Les dije que no, que soy del Real Madrid y que viva Schuster y Metzeler. Incluso habiéndose calmado, alguno de ellos me dijo que por qué no aprendía alemán con bastante malos modos. Lo de «quitarles las mujeres y los trabajos», con lo que bromeo con mis amigos para explicarles porqué me gusta tanto irme fuera, también va implícito siempre.
La cosa es que la xenofobia no es más que inseguridad. Si se piensa friamente, yo me estaba dejando mis dineros en Finlandia (y en Alemania) y con ello dando dinero al país. La mayoría de la gente que «odia» a los inmigrantes nunca ha salido de su respectivo país, y tienden a ser gente con un nivel de educación más bajo de la media.
No defenderé aquí la mala actuación de algunos inmigrantes, que la hay y son los que desgraciadamente dan mal nombre muchas veces, pero ensañarse con el que no puede defenderse, con el inocente, es deplorable.
Iba a poner una foto de un avión aterrizando, pero es que en ninguna de las que he visto dejaba claro si aterrizaba o despegaba. Al menos esta es bonita. Fuente
Topics: Finlandeses, Información Erasmus en Finlandia, Viajes por Finlandia | 10 comments | Versión para imprimir
Santi, siento mucho que hayas sufrido situaciones racistas en propias carnes.
En cuanto a Alemania, no te puedo decir nada porque no conozco el país. Sin embargo, con respecto a Finlandia, te puedo decir que la gente de Joensuu tiene fama de racista entre los propios finlandeses. Tal y como me lo han comentado, cualquier extranjero es susceptible de vivir una situación xenófoba en esa ciudad.
Yo sufrí un comentario racista y malintencionado en Pieksämäki por parte de una señora que vivía en Helsinki. Lo voy a contar porque fue gracioso. Yo pasaba un fin de semana en un camping de Pieksämäki. Se reunía un grupo de propietarios de Big Wheels y coches deportivos americanos, y yo participaba en la fiesta. Una tarde en el camping mi pareja me presentó a un señor propietario de uno de esos coches y a su señora (ambos tenían unos 50 años). Durante la presentación quedó claro que yo era española y mi pareja finlandés. Nada más terminar las presentaciones, la señora se despistó, se olvidó de que mi pareja habla finés, y comentó algo sobre «los pobres miserables de los españoles» (comportamiento típico de algunos turistas que vienen a España como a la colonia). La pobre intentaba hacerse la graciosa delante de todo el mundo a mi costa. Todo el mundo se quedo en silencio mientras mi pareja escuchaba con atención, y el marido de la señora le daba dar codazos para que se callara. Cuando por fin terminó la señora el comentario, su marido le recordó que sí estábamos entendiendo, mi pareja le miró con cara de asco y se dio la vuelta, y la señora se puso como un tomate. Nadie pareció entender el chiste, o por lo menos les dio vergüenza reirse. ¡Qué cara de poema tenía todo el mundo!
Bueno mujer, tampoco es para tanto. Uno se puede ganar dos ostias de las maneras más variopintas esté donde esté. Este finde mismo casi llego a las manos con un tipo que se metió con mi sombrero 😛
En cualquier caso, el motivo entonces fue que yo era extranjero, mayormente, pero podría haber sido cualquier otro.
La violencia está con nosotros desde el principio de la humanidad. Y muchas veces es más por una excusa que por un motivo.
Saludetes!
Hola amigos! sigo este blog desde hace unos meses y me encanta jeje.
Ahora me meto en harina, yo también tengo una anécdota «racista» que me sucedió en Vantaa en el verano de 2005, especificamente en una piscina en Myyrmäki. Resulta que me metí en el vestuario masculino y procedí a cambiarme de ropa, me puse mi bañador «largo» ( el normal en España, vamos ) y me dirigí a la piscina… el tema es que me desorienté en el vestuario donde todo estaba en un hermoso finés y tras abrir varias puertas y no encontrar el pasillo hacia la piscina, me acerqué a un chico de unos 14 años ( yo tenia 17 por aquel entonces) y le pregunté como llegar a la piscina, el chico empezó a indicarme… y a todo esto saltó un hombre mayor, bastante mayor, y me dijo que si habia venido a la piscina a lavar mis calzonas que me fuera a mi casa y usara la lavadora.
En ese momento no me sentí discriminado, sino fascinado porque un señor de ¿70? años se dirigia a mi en inglés 😀 .
En fin, que me quedo mas con lo positivo que con lo negativo de la experiencia.
Personalmente pienso que más que nivel de educación bajo lo que hay es mucha ignorancia de la gente racista. Como muestra la de una islandesa tipo barbie que nos dijo que ella no se liaba con extranjeros porque tenían enfermedades como el SIDA. Su primo sonrojado nos dijo que pasáramos de ella que se liaba hasta con drogadictos o gente que había estado en la carcel.
Lo que me daba mucha rabia es cuando alguno que estaba haciendo cola en algún bar empezaba a hablar con nosotros y cuando le decíamos que éramos españoles nos decian que eran todos unos ladrones, que a él le habían robado en España.
Peor lo tienen los polacos, los pobre se dedican a hablar en islandés o inglés para que no les tiren para atrás en los bares.
Jo, la verdad es que cuesta creer lo del SIDA. Hay que ser idiota! Pero bueno, siempre se ha opinado (todos alguna vez, tenemos que reconocerlo 😛 ) desde el desconocimiento y del «pues mi primo me ha dicho» y siempre se hará. Lo de los polacos… pues no sé que decirte, siempre tuve la suerte de concerles majetes!
Y Pedro, gracias por comentar y compartir tu experiencia! La verdad es que tuvo que dejarte bastante descolocado el hombre mayor ese. Y eso que en Vantaa deberían estar acostumbrados a los extranjeros!
Un saldudo y esperamos que no sea la última vez que comentes 🙂
Como bien dices Santi, es raro que eso pase en Vantaa que tiene bastantes inmigrantes según decia el periodico cuando yo estaba alli. De todos modos el «incidente» no es directamente racista pero si se puede tildar un poquillo de ello hehe…
Por eso Santi. Yo también tengo muy buenos amigos polacos y me da rabia q se comporten así con ellos.
Yo vivo en Vantaa y nunca me ha pasado nada parecido :\
HelsinkiGirl, yo no quería decir nada malo de Vantaa ni mucho menos eh !! 🙂
Venga saluditos
De chiquita nacida y criada en misiones argentina pero en una casa de modelo finlandés construida en 1924 por inmigrantes finlandeses en Argentina-